Frankie deja offside a Iza y a Pérez – 4pelagatos

El dinosaurio que ocupó el atril de la ONU apareció en un momento apropiado para el Ecuador. Ese velociraptor llegó con un guión que resume, en 2 minutos y medio, uno de los problemas que afectan a la especie y que, en Ecuador, copan la agenda política y social desde hace décadas: los subsidios a los combustibles. Problema más complicado aún cuando aquellos que tradicionalmente han cuidado la naturaleza están dispuestos a tumbar gobiernos por pretender retirar los subsidios estatales a los combustibles fósiles. Así se ha llega a esta situación disparatada en la cual parte de los indígenas y los ambientalistas fomentan el consumo de combustibles baratos y una mayor contaminación ambiental, gracias a miles de millones de dólares de subsidios. Dinero que debería estar destinado a inversión social y planes de desarrollo.

Frankie, el dinosaurio, pone ese absurdo en retrospectiva y compara los miles de millones de dólares que se gastan cada año para subsidiar combustibles fósiles con el meteorito que los extinguió. Un sinsentido que él grafica diciendo que es como si ellos hubieran gastado esas millonarias sumas subsidiando meteoritos. Ellos no tuvieron opción; la humanidad sí.

El mensaje de Frankie no es nuevo en Ecuador, pero es poderoso, como lo ha sido para el mundo: conecta la coyuntura política del Ecuador con la cumbre climática en Glasgow (la COP26) que se inaugura este 31 de octubre, y deja sin piso la falacia construida por Leonidas Iza, Yaku Pérez y un sinnúmero de ambientalistas: defender los subsidios de los combustibles es defender la naturaleza y a los más pobres.

Iza está embarcando al movimiento indígena en esa cruzada. Su narrativa es la de un pastor de almas que baraja cifras sin sustento, las mezcla, confunde inflación y especulación, costos y aranceles y nunca reparte el aumento de los precios de los combustibles entre el total de los productos cosechados o las mercancías transportadas. En Ecuavisa ya le hicieron esas cuentas.

El presidente de la Conaie no solo tergiversa las cifras. Niega realidades: es claro que casi el 75% del monto de los subsidios a los combustibles va a los quintiles más altos de la población y a ciertos sectores empresariales. Curioso que él, Yaku Pérez y hasta los Yasunidos que apoyaron la paralización en 2019, aúpen el consumo barato de combustibles fósiles cuando lo lógica impondría, si de verdad fueran ecologistas, que pidieran establecer un impuesto para aquellos que más contaminan.

Frankie contribuye a dejar fuera de lugar a Iza y a Yaku Pérez, entre otros actores políticos. Los muestra en la vereda de enfrente, militando contra el sentido común. Sus mentiras podrían explicar la falta de apoyo de la clase media a las manifestaciones del 26 de octubre; además del uso de la violencia que Iza, lejos de condenar, excusa. Esos sectores urbanos habían mirado tradicionalmente con buenos ojos las causas indígenas.

Frankie, el dinosaurio, al mostrar que la lucha por el cambio climático es una causa vital y poderosa, también deja en evidencia la carencia de estrategia de aquellos que se oponen a subsidiar los combustibles fósiles. Es ostensible la falta de narrativa y su incapacidad para presentar alternativas a la visión reaccionaria de Iza, Yaku Pérez y de algunos sectores ambientalistas que los siguen.

Es el momento para todos de pensar y decidir lo que significa la nueva matriz energética en la que está embarcado el mundo y lo que eso implica para el Ecuador. Más que prolongar los errores del pasado, hay que apostar por las nuevas fuentes de energía y las industrias limpias que deben reemplazar los recursos del petróleo, cuyo horizonte de supervivencia luce seriamente cercenado.

Frankie, el dinosaurio, ha corrido la alfombra, por carambola, bajo los pies de Leonidas Iza. Sería inaudito que pretenda seguir defendiendo un sinsentido y atentando contra la paz y el derecho al trabajo que tienen los ciudadanos. Nada de eso se negocia. El país no ha oido a Iza hablar de la desnutrición crónica de los niños en las comunidades indígenas. Como ese, hay algunos temas urgentes. Para eso debería servir el dinero público que el gobierno no debe dedicar a los subsidios; salvo a los que focalice. Hay que celebrar que hasta un dinosaurio lo diga.

Foto: Naciones Unidas.

NOTA:
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